Introducción
Para leer al Pato Donald,
un libro escrito por Ariel Dorfman y Armand Mattelart, examina las dimensiones
culturales y políticas presentes en las historietas de Disney. El libro señala
cómo estas historias, de manera sutil, promueven una ideología capitalista,
racista, entre otros estereotipos. Disney crea una representación cómica del
mundo que refleja la dicotomía entre la clase obrera y la burguesía, los
oprimidos y los opresores, el bien y el mal. A través de estas caricaturas, se
enseña implícitamente cómo comportarse y vivir, influenciando así tanto los
entornos cotidianos como las percepciones de los niños.
Análisis general
Este libro aborda los
procesos de colonización cultural que Estados Unidos llevó a cabo en los países
latinoamericanos a través del entretenimiento proporcionado por los personajes
creados por Walt Disney. Esta situación sirvió como base para el
fortalecimiento de la posición industrial de Estados Unidos, donde una potencia
ejerce su influencia cultural sobre un país con menor desarrollo económico,
sacando provecho de ello para su propio beneficio y para expandir sus mercados.
Este proceso implica la implementación de nuevos hábitos dentro de la
estructura social, la imposición de formas de vida y la promoción del
consumismo. Todo esto se realiza con el objetivo de generar admiración y
sumisión hacia los países dominantes por parte de aquellos que carecen de
desarrollo.
Así pues, las historietas
de Disney, a primera vista, pueden parecer simplemente entretenimiento para
niños, pero en realidad transmiten una serie de mensajes ideológicos. La
competencia y el éxito material son constantes temas en las historias de Donald
Duck, lo que refuerza la narrativa capitalista del individualismo y la
meritocracia. Además, la representación estereotipada de personajes y culturas
refleja prejuicios arraigados en la sociedad, perpetuando así estructuras de
poder desiguales.
Por ende, Disney retrata un mundo donde los
personajes, como Donald, se encuentran en situaciones que reflejan la búsqueda
de éxito económico y personal. Según Dorfman y Mattelart, Donald siempre
enfrenta desafíos económicos, lo que destaca la constante presión financiera en
las historias. Estas historietas promueven valores centrados en la competencia
laboral, la acumulación de riqueza y el consumo de productos como elementos
clave para el éxito individual. Donald a menudo se ve involucrado en
situaciones donde su habilidad para competir por recursos limitados u
oportunidades económicas determina su éxito o fracaso.
De igual manera, sostienen que las historietas de
Disney actúan como instrumentos para influir en las percepciones y valores de
los lectores, especialmente los niños. Según los autores, estas historietas
inculcan la idea de que el éxito personal es la principal preocupación en la
vida y que el mundo gira en torno al individuo. A través de la repetición de
ciertos mensajes y estereotipos, moldean la forma en que los jóvenes ven el
mundo y su lugar en él perpetuando así las mismas ideologías presentadas en las
historietas. A menudo, presentan representaciones estereotipadas y
simplificadas de otras culturas y sociedades, contribuyendo así a la linealidad
del pensamiento y la dominación cultural.
De esta manera, "Para Leer al Pato
Donald" expone que el mundo de Donald refleja la vida diaria donde se
perpetúa el sistema capitalista, con el obrero generando plusvalía para
mantener el status. La revolución se concibe como un cambio total, aunque la
propiedad de las empresas pueda cambiar de manos. La ideología predominante,
transmitida de manera efectiva a través de los medios de comunicación,
desempeña un papel crucial en este contexto, donde el interés se centra en el
funcionamiento de las estructuras más que en su contenido.
Por tanto, el talento de Disney no se limita a
crear 12 principios que rigen el comportamiento de cada personaje animado para
dar la impresión de realismo, sino que también radica en incorporar la
ideología predominante en una serie de cómics fácilmente accesibles para todos.
A través de esta ideología, los niños son educados y crecen creyendo que
comprenden el mundo, sin sospechar siquiera que esta fue implantada en sus
mentes.
Conclusión
En conclusión, nos ofrece una visión crítica de las
historietas de Disney y su influencia en la reproducción de ideologías
dominantes. A través de un análisis detallado, el libro muestra cómo estas
historietas refuerzan valores capitalistas y neocoloniales actuando como parte
del control social en una sociedad dominada por los medios de comunicación. Al
comprender la influencia de las historietas de Disney en un contexto histórico
y económico más amplio, los lectores pueden desarrollar un pensamiento crítico
sobre cómo los medios de comunicación moldean nuestra percepción del mundo y
nuestras interacciones sociales.
Referencia
Dorfman, A., y Mattelart, A. (1972). Para leer al
Pato Donald: Comunicación de masa y colonialismo. Siglo XXI Editores.
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